García-Aranda
Rozalén, Álvaro
M.F.P.
Grupo:
A
Fundamentos
y aplicación del Método Teacch en la intervención dirigida a las personas con
Trastorno del Espectro del Autismo (TEA)
Desarrollado
por Eric Schopler (codirector y fundador) y Robert Reichler, el programa de
Carolina del Norte para el Tratamiento y Educación de Niños con Autismo y
discapacidades de Comunicación relacionadas (TEACCH) es una división del
departamento de psiquiatría de la escuela de medicina de la Universidad de
Carolina del Norte. Este programa se dedica a mejorar la compresión de los
trastornos del espectro autista y los servicios disponibles para todas las
personas con TEA.
El
objetivo principal de este programa es prevenir la institucionalización
innecesaria, ayudando a preparar a las personas con Tea para vivir y trabajar
de forma más efectiva en casa, en la escuela, y en la sociedad, poniendo
especial interés en ayudar a estas personas y sus familias a vivir juntos,
reduciendo o eliminando ciertas conductas. Así, las personas con TEA están
preparadas para su inclusión en una escuela, taller, trabajo supervisado, etc.
Dentro
de los TEA existe también una gran diversidad, los niños y niñas que los sufren
presentan una gran variedad de comportamientos a los que se debe atender como
trastornos en la comunicación, intensa resistencia al cambio, diversos
movimientos físicos inusuales, angustia ante ciertos ruidos, etc. Adolescentes
y adultos también presentan unas características similares, pero el tratamiento
para afrontarlas difiere del de los niños/as.
El
programa de tratamiento TEACCH se basa en maximizar las adaptación de cada
individuo a través de la mejora de sus habilidades, entre sus objetivos se
incluyen: desarrollar estrategias a través de las que la persona pueda
disfrutar y comprender a otras personas y vivir más armoniosamente en casa;
incrementar la motivación y la habilidad de la persona para explorar y
aprender; mejorar el desarrollo de las funciones intelectuales.
Terapeutas
y docentes evalúan las habilidades de aprendizaje de las persona y diseñan
métodos de enseñanza y estrategias para mejorar sus habilidades sociales,
comunicativas y de supervivencia. Del mismo modo, se desarrollan programas de
modificación de conducta y habilidades de auto-ayuda en colaboración con la
familia, superando así problemas de adaptación escolar, dificultades motrices o
problemas relacionados con la convivencia con una persona que padece de TEA. En
principio, los familiares de personas con TEA observan las sesiones de
tratamiento, y desarrollan este trabajo en su casa, comentándolo después con el
equipo de profesionales. Los programas escolares ofrecen instrucción
individualizada, enfatizando las habilidades adecuadas para la edad y el nivel
de cada alumno/a en un ambiente de aprendizaje estructurado. El esfuerzo se
centra en las habilidades de comunicación, socialización y en el fomento de la
independencia y preparación para la vida adulta. Salvo excepciones, las aulas
TEACCH, se encuentran dentro de las escuelas ordinarias para ofrecer las
máximas oportunidades de contacto con alumnos sin discapacidad. El objetivo es
que el alumnado con TEA pueda aprender de sus iguales, y a éstos les permite
conocer su trastorno. Del mismo modo, aquellos/as que necesiten un apoyo extra
(logopedia), pueden acceder a los mismos de la escuela, dependiendo de las
necesidades del alumnado y su familia.
·
Principios y técnicas educativas
del TEACCH
Estos
objetivos surgen, individualizados, de la observación del individuo, en
contextos diferentes. El proceso para establecer los objetivos de intervención
personales consta de cuatro fases:
1. Evaluación
de habilidades.
2. Entrevista
con la familia.
3. Establecer
prioridades y expresarlas en forma de objetivos escritos.
4. Elaborar
un diseño individualizados para el entrenamiento de habilidades.
Son
siete los principios que centran las investigaciones y prioridades
educacionales del programa:
1. Adaptación
optima:
-Enseñar
nuevas habilidades
-Acomodar
el ambiente al déficit de la persona
2. Colaboración
entre padres y profesionales
3. La
intervención más eficaz
-Énfasis
en las habilidades
-Reconocimiento
y aceptación de debilidades
4. Énfasis
en la teoría cognitiva y conductal
-Currículo
de comunicación
-Metáfora
del iceberg
5. Asesoramiento
y diagnóstico temprano
-Escala
de Evaluación de Autismo Infantil (CARS)
-Perfil
psicoeducativo (PEP-3)
-Perfil
psicoeducativo de adolescentes y adultos (AAPEP)
6. Enseñanza
estructurada con medios visuales
-Espacio
físico
-Horario
-Sistemas
de trabajo
-Organización
de tareas
7. Entrenamiento
multidisciplinar en el modelo generalista
-Características
del autismo
-Diagnóstico
y evaluación formal e informal
-Enseñanza
estructurada
-Colaboración
entre familias y profesionales
-Comunicación
-Habilidades
sociales y de ocio
-Trabajo
independiente
-Control
conductal
Por
tanto el programa a seguir con cada individuo estará desarrollado y
personalizado a este en función de sus características y necesidades. Hablamos
de “cultura del autismo” pues las personas con Tea forman parte de un grupo con
características comunes, que son diferentes a las del resto de la sociedad. Así
podríamos comparar el autismo con la cultura, en el sentido de los problemas de
comunicación, comprensión y otras facetas del comportamiento humano, que se
producen entre diferentes culturas. Un profesional del autismo, deberá ser por
tanto un intérprete transcultural que adapte y traduzca el mundo de los
“neurotípicos” al del autismo y viceversa.
El
aprendizaje estructurado es una prioridad importante porque la organización y
estructuración han demostrado ajustarse a la cultura del autismo de forma más
efectiva que cualquier otra técnica. Organizar el entorno físico, desarrollar
horarios y sistemas de trabajo, hacer claras y explicitas las demandas y usar
materiales visuales han demostrado ser métodos efectivos para desarrollar
habilidades y permitir a la persona con TEA ejecutar dichas habilidades
independientemente.
Desarrollar
y cultivar fortalezas e intereses, en lugar de enfatizar las dificultades, es
otra prioridad importante. El utilizar sus intereses incrementa la motivación y
comprensión de lo que están haciendo, trabajando positiva y productivamente, en
lugar de forzarles hacia una dirección que no les interesa en absoluto, es
decir, debemos encontrar e identificar aquellos refuerzos positivos que podamos
explotar a nuestro favor.
Por
último, la aproximación holística, es de vital importancia, pues en ella se
tienen en cuenta todos los aspectos de las vidas de las personas con TEA y sus
familias. Debe reconocerse que el desarrollo de las habilidades sociales, de
comunicación y de ocio tiene un enorme impacto en el bienestar de estas
personas.
·
Pautas generales de intervención
-Procurar
ambientes muy estructurados, predecibles y fijos, evitando contextos poco
definidos y caóticos, para facilitar la anticipación. Es decir, un ambiente
estructurado, donde la persona conozca las pautas básicas de comportamiento,
donde el docente dirige y organiza las diferentes situaciones y donde se evita
la sobreestimulación.
-Conviene
utilizar el aprendizaje sin error. Consiste en no atender a los errores y la
adaptación a los objetivos del alumnado, evitar la distracción y la ambigüedad
en las tareas, usar un leguaje sencillo y mantener al niño/a motivado/a
utilizando reforzadores positivos.
-Encadenamiento
hacia atrás, es decir, descomponer las secuencia de aprendizaje en objetivos de
conducta delimitados, proporcionar total ayuda para la realización de la
conducta completa, e reduciendo estas ayudad desde el final hacia adelanta, de
modo que el niño/a realice la tarea con cada vez menos ayuda.
-Entrenamiento
o enseñanza incidental. Cuando los episodios de enseñanza son iniciados por el
alumnado en lugar y contenido. El profesorado ha de estar alerta a estas
iniciativas adaptándose a las nuevas circunstancias, reforzando de forma
natural las respuestas adecuadas.
-Responder
consistentemente ante conductas comunicativas verbales o gestuales.
-Favorecer
la ocurrencia de la función comunicativa de petición. Estimular este tipo de
conductas es de gran importancia.
-Utilizar
apoyos visuales: dibujos, fotografías, pictogramas, televisión, etc.
-Evitar
preguntas indefinidas, dobles significado, bromas, sarcasmos, es decir, ser
concretos y claros en todas las intervenciones.
·
Principios educativos del TEACCH
1. Fortalezas
e intereses. Conocer al alumnado para utilizar y reconducir sus destrezas y
habilidades en un sentido productivo y educativo. No se puede cambiar el
autismo, pero su puede usar como herramienta a nuestro favor en determinados
aspectos.
2. Evaluación
cuidadosa y constante. Conocer y desarrollar sus destrezas, realizar un
seguimiento de su progreso.
3. Asistencia
para comprender significados. Es decir, ese papel de traductor transcultural
del profesorado antes mentado. Los maestros no deben olvidar la necesidad
constante del alumnado de un guía que sienta empatía y que les ayude con los
problemas de interpretación.
4. Incumplimiento
resultante por falta de comprensión. Debemos conocer las limitaciones del
alumnado y emplear un código comunicativo adaptado a sus necesidades.
5. Colaboración
con las familias. Es de vital importancia para el desarrollo y mantenimiento de
una rutina y un ambiente estructurado, ambos necesarios para la formación del
individuo.
·
Enseñanza estructurada con medio
visuales
La
enseñanza estructurada a evolucionado como una forma de adaptar la práctica
educativa a las distintas formas de entender, pensar y aprender de personas con
TEA. Las dificultades en el lenguaje receptivo es una de las principales
barreras que presentan los TEA, esto puede originar una comprensión limitada de
lo que parecen instrucciones relativamente simples. La comunicación expresiva
por su parte, puede resultar igualmente complicada. La atención y la memoria de
las personas con TEA pueden ser diferentes también. A pesar de su gran
capacidad para recordar pequeños detalles durante largos periodos, su memoria
de trabajo la habilidad para procesar varias informaciones al mismo tiempo, su
memoria y atención se ven generalmente afectadas. Así, procesarán más ágilmente
aquellos materiales con los que están familiarizados, encontrándose más a gusto
con tareas y rutinas que hayan realizado con anterioridad. Relaciones sociales,
sensibilidad emocional limitada, estimulación sensoria distractora, etc. Son
otros de las limitaciones que presentan aquellos con TEA y que por tanto habrá
que tener en cuenta durante su educación.
La
enseñanza estructurada facilita un sistema de organización del aula y hace que
los procesos y estilos de enseñanza sean más “amigables” para estas personas,
centrándose en sus necesidades individuales. Por ejemplo, muchas personas con
TEA tienen mucho más desarrollada las habilidades visuales en comparación con
las auditivas (factor que podría resultar beneficioso para enseñanza de la
Historia del Arte). Esta enseñanza permitiría usar este punto fuerte
presentándoles la información de forma visual. De esta forma, esa información,
adquiere un mayor significado para estas personas, permitiendo su aprendizaje y
evolución. Existen cuatro componentes de la enseñanza estructurada que se
incorporan en cada programa educativo: la estructura física del entorno, las
agendas diarias, los sistemas de trabajo y la estructura e información visual.
Este tipo de enseñanza perseguiría por tanto los siguientes objetivos: ayudar a entender situaciones y expectativas;
ayudarles a estar tranquilos; les ayuda a ser independientes de ayudas (apoyos)
frecuentes y a generalizar lo aprendido en nuevas situaciones y con gente
nueva; reducir problemas de conducta y enfrentamientos personales que pueden
surgir por confusión y ansiedad.
·
Estructura física:
Debe organizarse el entorno de modo que
el niño entienda dónde se realizan las distintas actividades y dónde se guardan
los materiales. Los conceptos esenciales a tener en cuenta cuando se prepara
una estructura física clara son:
-
establecer los límites físicos y/o
visuales claros: el objetivo es dividir el ambiente con sentido, de tal forma
que cada actividad esté claramente asociada con un espacio físico específico.
-
Minimizar distracciones visuales y
auditivas: ayudar al individuo a centrarse en el concepto principal y no en los
detalles irrelevantes. También, evitar que haya una sobrecarga sensorial.
·
Uso de un sistema de trabajo
Basado
en cuatro preguntas y como están siendo respondidas al alumnado:
¿Qué
trabajo (debo hacer)?
¿Cuánto
trabajo (debo hacer)?
¿Cuándo
(habré) terminado?
¿Qué
pasa cuando (haya) terminado?
Así,
para un alumnado concreto, de nivel inicial, un objetivo importante de 1 a 1
puede ser aprender a usar sistemas visuales, incluyendo un sistema de trabajo
sencillo, instrucciones visuales, y un sistema de comunicación.
Para
un alumnado distraído: probablemente necesiten ver “qué, cuánto, cuándo ha
terminado, y qué, pasa después” para permanecer tranquilos y concentrados,
atender e inhibir propios impulsos durante las sesiones de enseñanza.
Para
un alumnado ansioso, rígido, de alto nivel: usar información visual para
responder estas cuatro preguntas hace que alumnado se tranquilice y sea más
cooperativo.
·
Técnicas de enseñanza
1. Si
el objetivo es la comunicación / interacción social:
Se
puede usar lenguaje más verbal y más cara a cara, pero aún es necesario usar
apoyos visuales, más que verbales para las habilidades que se quiere se
conviertan en independientes. Tanto el profesor como el alumnado pueden y deben
usar herramientas aumentativas de comunicación.
2. Si
el objetivo es enseñar una habilidad que eventualmente será independiente:
Fomentar la atención
hacia los apoyos visuales y diseñar actividades basadas en estos apoyos.
3. Para
aumentar el interés, la cooperación y la motivación:
Imponer límites a las actividades,
permitir la participación en nuevas actividades, etc.
Por
último la creación de agendas, horarios y rutinas personalizadas será de vital
importancia para el desarrollo del proceso educativo de este tipo de alumnado.
·
Conclusiones
La
estructuración física del entorno, el uso de agendas y sistemas de trabajo, y
el desarrollo de materiales de trabajo visualmente claros y organizados, unidos
a una estrecha colaboración con las familias y a la integración gradual de este
alumnado en aulas ordinarias, son los componentes básicos de esta propuesta
educativa e inclusiva para un alumnado con TEA.
Como
es evidente, y habiendo sido ya mencionado, dentro de este cuerpo del alumnado
existen diferencias de nivel, por lo que se deberá desarrollar un programa
personalizado para cada individuo, esto dificulta que todos puedan aprender o
desarrollarse de la misma forma en una materia, pero no imposibilita en
absoluto el aprendizaje de ciertas materias o conocimientos. Igualmente ha sido
mencionada la acción de aprovechar algunas de las características del autismo,
como su capacidad de percepción visual o su concentración selectiva, en
provecho educativo, lo que, y basándome en mi experiencia personal, permitiría
que algunos de estos individuos pudieran aprender conocimientos relacionados
con nuestro ámbito, es decir, geográficos, históricos y / o artísticos
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