lunes, 14 de noviembre de 2016

El Estado Moderno: el eterno debate

¿Qué es el Estado Moderno? La pregunta entraña una dificultad mayor de lo que pudieramos imaginar a primera vista. Primero, por los propios términos: "Estado" y "Moderno" son términos cargados de connotaciones, que desde el momento que se utilizan tendemos a asumir. En segundo lugar, el "Estado Moderno" bebe a la par de Historia e Historiografía, es decir, de su propia construcción y evolución a lo largo de varios siglos. De Weber a Elliot o Vicens Vives, por citar sólo a tres importantes maestros que han trabajado en la definición de las formas políticas de época moderna, encontramos multitud de variantes que van desde la asunción de los postulados weberianos a pie juntillas a la negación casi absoluta de los mismos. Ya sabemos que la historia no son datos sino la interpretación fundada de los mismos, un relato posible basado en método (Hernández Sandoica "dixit").
La pregunta en relación a la docencia en enseñanzas medias sería la siguiente: ¿hasta qué punto podemos llevar esta complejidad a los adolescentes? ¿Cabe mostrársela con toda crudeza? ¿Sería más sabio obviar el debate y dar una línea como algo sabido y natural?  ¿Están preparados? ¿Lo están los libros de texto? ¿Y el propio profesorado?

Quizás lo más interesante es dejar que los estudiantes descubran y experimenten... Alguno llegará a hacerlo y quizás sea ese el momento idóneo para que otros compañeros de clase se aproximen a un debate tan apasionante como complejo.

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